Luna de miel en Palestina
Y decirte tantas cosas, querida, pero ante todo que no me asusta anclar el corazón o dejar la vida si se trata de una batalla justa. Ahora que a poco o nada temo desde que sé que tú me esperas y sólo acato al tribunal supremo del templo pagano de tus caderas. Hasta el último instinto dejé atado en aquella madrugada bilbaína y a pesar de las prisas del juzgado se hizo sumamente dulce mi ruina, el día en que amanecer a tu lado fue una luna de miel en Palestina. LUNA DE MIEL